De dónde venimos

Vistiendo a tres generaciones de mujeres desde 1975

Ya son 40 años de trabajo y esfuerzo constantes para ofrecer a la mujer la ropa íntima que mejor se adapta a su cuerpo y a su estilo de vida. Tres generaciones de mujeres nos han dado su confianza, y eso es probablemente mucho más de lo que nuestro fundador Amador Pérez pensó allá por 1975, porque la moda íntima ha evolucionado al ritmo imparable de la mujer.

Años 70

El inicio de una revolución

Selmark inicia su actividad en una década que supuso una revolución en la forma de vida y de vestir de la mujer española, en la que pasamos de una mujer discreta, casi invisible, a una mujer que empezaba a despuntar como persona que decidía, que pensaba por sí misma y que reclamaba su lugar en la sociedad.

Amador J. Pérez fundará Selmark en 1975

Su fundador y propietario, Amador Pérez, tenía ya experiencia en el sector textil y veía la corsetería como un sector más estable que la moda exterior y, a la vez, necesitado de diseño. Hasta entonces la ropa interior femenina en España había estado simplemente al servicio de la funcionalidad y la estética no era prioritaria. En este contexto nace Selmark, con el objetivo de ofrecer a la mujer colecciones cómodas y funcionales, de calidad y con cierto diseño.

Amador J. Pérez funda Selmark en 1985.

En 1979 el equipo productivo se trasladó a unas instalaciones de 2.000 m2, ya adecuadas para toda clase de operaciones de confección, con el objetivo de producir para el mercado nacional (por aquel entonces nadie pensaba en la exportación). Como en Galicia no había tradición textil corsetera, fue preciso enviar a Barcelona a los distintos equipos de profesionales, para su formación.

Fábrica y oficina en los años 70.

Diseñamos dos líneas de prendas: una clásica, estructurada, que cubrían el cuerpo al máximo, con tejidos gruesos, con un colorido limitado: piel (antes llamado carne) y blanco o marfil; diseñada atendiendo a su funcionalidad. Y otra de lencería de tamaño pequeño, poco preocupada por la sujeción, pensada para mujeres jóvenes más modernas y deseosas de libertad.

Lencería de los años 70.

Años 80-90

Innovar, seducir, ampliar horizontes

La evolución de la mujer es ya imparable. Los ochenta trajeron una corriente de creatividad, libertad y cierto exceso en la moda: el lema podría ser más es más. En esta década aparecen también las fibras elásticas, que permiten explorar un sinfín de posibilidades.

Logotipo de Selmark de los años 80.

La revolución de la imaginación y la tecnología triunfa en la lencería. Preformar los tejidos supuso un cambio radical en el sector, porque se podían evitar las costuras y, aunque en los escenarios se podían ver sujetadores con pecho en punta, en la calle la tendencia era más natural. Adornos, blondas y bordados inundaron los escaparates, que también se llenaron de color.

Lencería de los años 80.

Aunque los 90 siempre se consideran la antítesis de los ochenta, una década en la que triunfó el minimalismo, el desarrollo de la lencería fue enorme y aparecieron los primeros rellenos, la lencería con un fin: reducir, aumentar, realzar... Uno de los hitos de la marca fue el lanzamiento del primer sujetador de aro oculto, sin costuras. Con esta prenda conseguimos abrir una puerta en muchos mercados extranjeros.

Lencería de los años 90.

Cuando la revolución tecnológica llega al mundo de la moda, Selmark amplía sus instalaciones a 5.000 m2, innova en sus procesos de produción y diseño e internacionaliza sus ventas, llegando a estar presente en más de 20 países. Algo que, ni de lejos, había llegado a imaginar su fundador quince años antes.

Fábrica de los años 90.

A principios de los años noventa también se produce el relevo generacional en la dirección de Selmark cuando Rafael Pérez, hijo del fundador, se hace cargo de la empresa. Con él empieza un proceso de internacionalización que, desde la asistencia a la feria Exponor (Portugal) de la que salió el primer contacto que habría de convertirse en distribuidor, nos ha llevado a estar en más de 40 países.

Rafael Pérez, hijo del fundador de Selmark, toma el relevo.

En nuestros días

Marcamos tendencia en diseño

En 2011 se procedió a la renovación completa de la identidad corporativa, más acorde con las nuevas tendencias, actualizando desde el logo hasta el envase, embalaje, papelería... Y hoy en día fabricamos entre ocho y diez colecciones al año, más de cien nuevos modelos en veinte colores.

Logotipo de Selmark del año 2000.

Selmark amplía sus instalaciones a 10.000 m2 y multiplica su inversión en I+D+i. La red de comercialización se extiende por más de 40 países.

Fábrica de Selmark en el año 2000.

Marcamos tendencia en diseño. Confeccionamos más de 100 modelos anuales y continúa con fuerza el desarrollo de modelos estructurados, copas técnicamente perfectas, al servicio del ajuste, de la sujeción. Tules, bordados, blondas y tricots llenan nuestro armario de un sinfín de prendas para cada ocasión, más sofisticadas, más básicas, más deportivas... la lencería se especializa.

Lencería especializada.

Aparecen con fuerza las prendas moldeadoras, diseñadas para redefinir, moldear y estilizar la silueta, al tiempo que la moda exterior ofrece prendas ceñidas, que necesitan dibujar la silueta por dentro. Selmark se apunta a esta tendencia con una colección de control realizada en tejidos técnicos destinada a mantener las curvas bajo control.

Lencería moldeadora.

La seducción sigue marcando tendencia con prendas nacidas para enseñar y sugerir, pero también irrumpe con fuerza la lencería deportiva, pero suave, la naturalidad. Se valoran los tejidos que cuidan el cuerpo. La tendencia de lo saludable (comida, estilo de vida) se contagia a la moda íntima y hemos conseguido hacer del bien sentar, la sujeción, la comodidad y la perfección técnica, nuestra seña de identidad.

Lencería deportiva

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